Para explicar la discapacidad físico- motriz, es necesario partir de conocer la motricidad, la cual se puede definir como todo aquello relativo al movimiento corporal. Todos los actos que realiza una persona tienen como base el movimiento del cuerpo: caminar, comer, hablar, escribir, saludar a alguien o hacer tortillas. Aunado a esto, cuando se trata de movimientos que tienen una finalidad (la persona que camina es porque quiere ir a algún lugar), por lo general se emplea el término psicomotricidad, que une la parte cognitiva, la parte afectiva y la parte sensorial que siempre está ligado a cada acción, movimiento y expresión humana (SEP, 2013).
Desde esta perspectiva, SEP (2013, p. 19), define la discapacidad motriz como “la alteración del aparato motor que dificulta o imposibilita el desarrollo de capacidades que permitan participar en actividades propias de la vida cotidiana, como estar de pie, caminar, desplazarse, tomar y manipular objetos con las manos, hablar, hacer gestos, entre otras acciones que requieren movimiento y control de la postura corporal. La alteración es causada por un funcionamiento deficiente del sistema nervioso, del sistema muscular y de los sistemas óseo– articulatorio o de una interrelación de los tres sistemas, lo cual dificulta o imposibilita la movilidad funcional de algunas de las partes del cuerpo”.
La principal clasificación de la discapacidad motriz se basa en el lugar donde se origina la lesión, pudiendo dividirse en trastornos motores y trastornos neuromotores.
- Trastornos motores: Afectan huesos, articulaciones, extremidades y músculos. Se subdividen en dos tipos: Osteoarticulares: Afectan huesos y articulaciones Musculares: Afectan la musculatura esquelética produciendo debilitamiento y degeneración progresiva de los músculos voluntarios.
- Trastornos Neuromotores: Afectan el sistema nervioso central; se subdividen en: Lesiones del encéfalo: se produce un daño en el cerebro que afecta el área motriz. Lesiones de la médula espinal: se produce un daño de los nervios dentro del canal espinal.
4.1. BATERIAS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y PSICOPEDAGÓGICA.
Evaluación Psicológica | Evaluación Pedagógica |
Pruebas MMPI-2 o el NEO PI-R para evaluar rasgos de personalidad, incluyendo aspectos como la estabilidad emocional, la extroversión y la apertura a la experiencia | Prueba del "Grooved Pegboard" se evalúa la rapidez con la que se colocan clavijas en un tablero con agujeros |
Escalas de valoración funcional: el Índice de Barthel; Evalúan la capacidad de la persona para realizar actividades de la vida diaria, como comer, vestirse, bañarse, y trasladarse. | Pruebas WISC-V (para niños) o el WAIS-IV (para adultos) para evaluar las capacidades cognitivas generales y específicas, como la memoria, la atención y el razonamiento. |
4.2 MATERIALES DE ESTIMULACIÓN.
- Pelotas terapéuticas
- Tatamis
- Barras paralelas
- Caja de permanencia de Montessori
- Pinzas grandes y pequeñas
- Materiales con velcro, botones, broches o cremalleras
- Aros de distinción de tamaño
- Instrumentos musicales adaptados
- Cajas o botellas sensoriales con líquidos y objetos móviles
- Masajes con pelotas erizo
- Sillas posturales y adaptadas
- Soportes de cabeza
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